Continúo el recorrido recordando en palabrass de Chávez textos poéticos
de tres venezolanos: Ludovico Silva, Víctor "el chino" Valera Mora y Andrés
Eloy Blanco. Dejó para la próxima entrada a Arvelo Torrealba.
LUDOVICO SILVA
En la voz
de Ludovico Silva, a través de su extensa y estremecedora Carta materialista a mi madre. Lo de materialista, por cierto,
tiene que ver con su identificación con el marxismo. Así evoca su nacimiento:
Madre, yo no sé
cómo escribirte
puesto que me
escribiste tú a mí mismo.
Se te abrieron
las caderas
y las piernas se
ampliaron como catedrales:
me pariste,
según dices, a las cinco de la mañana,
la hora del alba
y las resurrecciones.
Y uniendo
el sentimiento por la madre y la pasión del revolucionario, continúa Ludovico:
Vida es dolor,
mamá, ya tú lo sabes,
podrá no ser
dolor para los dueños del capital;
estos no
sienten, tienen dinero en los nervios,
se comen a sus
semejantes con dientes de oro,
buscan siempre
el término medio,
son mediocres,
no andan, como
tú y como yo, por los extremos.
Por los extremos
se llega a la sabiduría.
Eso los haría
sudar, morirse de miedo,
porque viven
muertos de miedo a la vida.
Nosotras y
nosotros, en cambio, estamos vivos por amor a la vida: a la nueva vida que
estamos creando y que se llama socialismo.
VÍCTOR "EL CHINO" VALERA MORA
El 26 de enero de 2012 Chávez se despidió del procurador de la
República, Carlos Escarrá, fallecido, diciendo: "En nuestras manos está tu
llamarada, Carlos", evocando la obra de César Rengifo, titulada Lo que
dejó la tempestad, pieza teatral en cuya última escena una mujer enloquece por la muerte del General Zamora y termina sus
días gritando: "Ezequiel Zamora, en mis manos está tu llamarada".
Chávez recordó el gusto que por la poesía tenía el procurador y
citó al escritor venezolano Víctor "El Chino" Valera Mora:
Llamadme,
solamente llamadme,
cuando llegue el
día de las canciones colectivas,
solamente
llamadme,
cuando llegue el
día en que tremolen las banderas rojas,
las banderas
negras.
Solamente
llamadme
el día en que la
risa y el pan sean plan de gobierno,
sean forma de
gobierno.
Solamente
llamadme
el día en que,
Juan República Popular,
sean nombres y
apellidos del pueblo.
Entonces, cuando
estemos en lo justo...
llamadme,
solamente llamadme.
Hermano,
en este día de banderas rojas, en este día de tristeza profunda, en dolor
mayor, no busquemos entre los muertos a quien están más vivo que nunca.
--
Los que
creyeron haber matado al cara'e cuchillo, olvidaron enterrar el sonido de sus
sienes veladas. Zamora cabalga señores ya los dientes del pueblo están royendo
los muros de vuestro reino y no es el desarropado ni el sordo ni el ciego de
ayer ahora tiene bandera, poetas y metal organizado, como cantaba El Chino
Valera Mora.
ANDRÉS ELOY BLANCO
En numerosos discursos y escritos cita partes de su poema Maisanta, el corrío de caballería. El
interés del poema radica en la vinculación de Chávez con su bisabuelo Pedro
Pérez Delgado y lo que supuso en su vida, primero como preocupación
investigativa y más tarde como inspiración libertaria, como tantas veces lo
recordara.
Y a la voz
de Neruda, unimos la del cumanés Andrés Eloy Blanco, en su Maisanta, corrido de caballería, dedicado al general guerrillero
Pedro Pérez Delgado, “El último hombre a caballo”:
Ya Pedro Pérez
Delgado
no tiene madre
ni patria
ni un retrato de
la madre
ni un retrato de
la patria
lo cruzan madres
con sed
lo surca una
patria tostada
pero tiene el
corazón
como tapiz de
sabana
y junta madre
con Virgen
y junta Virgen
con patria
y cuando va a la
pelea
pone a las tres
en el anca…
…
O las
cargas de Maisanta, el último hombre a
caballo, en cuya leyenda se inspiró Andrés Eloy Blanco para escribir
aquellos versos que son en verdad un galopar de centauros:
Con un rumor de
joropo
viene llegando
la carga,
tendido en el
paraulato
un jinete la
comanda,
y cuando llega
el enemigo
en los estribos
se alza,
tiene la melena
rubia
entre baya y
alazana.
Y un grito que
es un machete
con filo, punta
y tarama.
Y es Pedro Pérez
Delgado
Que va gritando:
¡¡Maisanta!!
…
Andrés
Eloy Blanco, ese gran poeta, le escribe el Corrío
de Caballería, y precisamente dice:
Unos lo llaman Maisanta
y otros el
americano,
americano lo
mientan
porque es
buenmozo el catire,
entre bayo y
alazano.
Y más adelante, cuando habla de la expresión Maisanta dice: ¿Por qué lo llaman Maisanta? Porque cuando pelea Pedro Pérez Delgado, en el momento de trabar la pelea y antes de que salga de la funda el machete, arma los aires con su grito de guerra y así en la carga va gritando el guerrillero: ¡Maisanta, Virgen del Socorro de Valencia!
Madre Santa,
dice la gente,
pero Maisanta
dice: Maisanta!
Y las maneras de
los hombres
los hombres
deben respetarlas”
De ahí
viene el grito que hoy afortunadamente no es un grito de violencia ni de
muerte, ni de machetes desenvainados, es un canto más bien. Maisanta, hoy es un
canto como el de Florentino y el Diablo.
¡Maisanta hoy es una alegría! ¡Maisanta hoy es una patria!
Dice también Andrés Eloy, que cuando el guerrillero iba a la batalla juntaba a la madre, a la Virgen y a la patria:
El grito del guerrillero
se lo sabe la
sabana,
no hay quien no
lo haya escuchado
en la noche o la
mañana.
Corre, corre,
corre
el río hasta que
le suda el agua,
y grita: corran,
lagunas,
que está
cargando Maisanta.
Y la Virgen del Socorro
viene con él en
el anca,
con espinas de
limón
y palabras de
naranjas.
Es la madre, es
la patria
y es la Virgen
del Socorro.
La madre
de Cristo, el Redentor. Con ellos vamos y con este pueblo para derrotar al
diablo, ¡Al mandinga de la oligarquía! y sus amos extranjeros el 15 de agosto
de este año histórico 2004.
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