Con mucha más frecuencia y pasión que a los profetas, se remitirá a Jesús, Cristo, su Redentor, como le gusta llamarlo. En él, nacido entre los pobre y crucificado, fundamenta su mensaje de paz, con justicia y fraternidad. Progresivamente, los identificará con el anti-imperialismo y con el socialismo.
19-09-2005, en el Panteón Nacional
…y ese es otro de los grandes mártires de nuestra historia: el Cristo
antiimperialista, el Cristo rebelde, el Cristo que nació entre los pobres y
murió por los pobres, el Cristo que dice: “…más fácil será que un camello pase
por el ojo de una aguja, a que un rico entre al Reino de los Cielos”. El Cristo
que vino a traer la buena nueva de la igualdad, de la libertad y el rey de la
justicia y del amor entre nosotros. Le rendimos tributo aquí al Cristo
Redentor, crucificado y resucitado.
Paz, con justicia y fraternidad
Ya
en el año 2000, en la Cumbre del Milenio, recuerda la Última Cena como una
experiencia simbólica y remota de fraternidad que aún no terminamos de
consolidar.
2000
Hace 55 años fue creada la Organización de las Naciones Unidas, cuando se iniciaba la segunda mitad
del último siglo del segundo milenio. ¡Cómo han pasado los años! ¡Cómo han
pasado los siglos! ¡Y los milenios! Desde la Última Cena, por allá en el año
33, hasta esta Cumbre del Milenio del 2000, los seres humanos nos hemos visto
arrastrados por el mismo drama, por la misma búsqueda interminable de los
caminos hacia la justicia, la paz, la dignidad y la vida.
La
referencia general a Cristo como defensor de los oprimidos y luchador por la
justicia será frecuente en sus discursos. En pleno paro petrolero, se convierte
en una referencia para la acción incansable por la justicia, presentando las
luchas del pueblo y del Gobierno como la causa de Jesús frente a los poderes
económicos imperiales.
La
paz con justicia será otro de sus ejes referenciales. No hay frases bíblicas
textuales que anoten esto. Son más bien frases de los papas (Pablo VI, Juan
Pablo II). Pero sin duda se inspiran en el evangelio.
La
referencia original al Hombre como Alfa y Omega, puede estar inspirada en el
texto de Apocalipsis (1,8) en el que el mismo Cristo-Señor es presentado como
Alfa y Omega, pero también en aquél texto de Marcos en el que el Hombre es
señor del sábado (Mc 2,28). No está el hombre para la ley, sino la ley para el
hombre. La economía para el hombre, dirá Chávez.
10-11-2001
En la cumbre del milenio comenzábamos…invocando el ejemplo supremo de
Cristo, y sus luchas por la justicia, por la paz y la vida…
10-01-2003
¿Quieren los venezolanos paz? Sí, queremos paz; pero no queremos la paz
de los sepulcros, no queremos la paz de los esclavos, no queremos la paz de la
mordaza; la única paz, lo dijo Cristo, la única paz posible es a través de la
justicia, y este es un acto de justicia. (Exclamaciones de: “¡Justicia,
justicia, justicia!”).
..
Nosotros, por el contrario, estamos construyendo las bases de un
verdadero Estado democrático de justicia y de derecho, y este acto de hoy así
lo evidencia, este acto de hoy, en el cual hemos entregado un conjunto de
títulos de tierra urbana, y yo me siento feliz —como ya dije— y le doy gracias
a Dios, mi Señor; a Cristo, mi Redentor; a Cristo, nuestro Padre; a Cristo, el
que vino al mundo a luchar por la justicia y a defender a los oprimidos y a los
más débiles, le doy gracias porque me ha permitido, a través de mis manos,
estas manos de campesino, estas manos de soldado comenzar a hacer justicia
(exclamaciones de: “¡Justicia!, ¡Justicia!, ¡Justicia!”)
11-01-2003
Ya Cristo lo decía: El hombre debe ser el Alfa y el Omega, el comienzo y
el fin, no la economía. Hemos invertido los valores de la existencia humana y
estamos sufriendo las realidades a lo largo y ancho de nuestro planeta.
Hemos dicho, desde Venezuela incluso, que el mundo como va no es viable.
Si queremos que se acabe el mundo, sigamos por el camino que hemos traído, el
camino al infierno, al quinto infierno. No habrá paz en el mundo mientras no
haya justicia, el único camino a la paz —dice la Biblia— es la justicia. Es un
alto grado de igualdad que aspiramos.
La
fraternidad, la igualdad, el vivir como hermanos, el amor en la comunidad, la
solidaridad, son muestras de la presencia de Cristo en medio, son las pruebas
del cristianismo verdadero. Y ese es el socialismo. Las luchas del pueblo por
la justicia son las mismas luchas de Cristo, las luchas de Dios.
2-2-99
No, eso no basta, para ser honrado de verdad un hombre, una mujer, un
ser humano, si sabe que alguien está sufriendo cerca de él, tiene que hacer
todo lo que él pueda para evitarle ese sufrimiento a ese ser humano. Es la
única forma de ser honrado. Es más ¡de ser cristiano pues! porque la primera
Ley de Dios dice así: «ama a tu prójimo como a ti mismo» (Lc 10, 27). Yo a
veces me he atrevido a decir un juicio que yo recomendaría a esa primera Ley de
Dios, que Dios me perdone: en este momento en emergencia nosotros los católicos
y cristianos deberíamos decir más bien: ama a tu prójimo más que a ti mismo.
16
de enero de 2003
El año 2003 será un año bueno, un año de mucha exigencia, sin duda; pero
igual un año donde continuaremos profundizando este proceso de cambios
imprescindibles, para darle a Venezuela la paz que tanto queremos, y para
contribuir con América y con el mundo en la creación de un nuevo mundo de
iguales, donde vivamos todos como hermanos. Como dijo Cristo, el redentor:
“Cuando estén juntos como hermanos, como eclesia, estaré con ustedes.”
Muchísimas gracias (aplausos).
22
de enero de 2003
Los pueblos pobres de la tierra saben que en Venezuela hoy se levanta
una esperanza, porque aquí estamos luchando no solo por nuestro pueblo sino por
todos los pueblos del mundo que merecen justicia, vida y dignidad (aplausos).
Esa es nuestra lucha, es la lucha de Dios, es la lucha de Cristo, el redentor
de los pueblos, que hoy, dos mil y dos años después de su nacimiento, está más
vivo que nunca. ¡Que viva Cristo, el redentor de los pueblos, para siempre!
(Exclamaciones.) ¡Que viva Cristo, mi comandante, mi pastor y mi guía!
(Exclamaciones.) Esta también es la lucha de Cristo, el hijo de Dios
(exclamaciones). Vemos lo que el 2002 nos ha dejado; 2002 quedarás registrado
en nuestro corazón, quedarás registrado para siempre. Yo lo llamo 2002, el año
heroico. Ha sido un año heroico el 2002, año de inicio de la consolidación, año
de profundización, año de conciencia, año de avance. Hemos derrotado todos los
planes que los enemigos de la patria echaron a rodar en el 2002.
17
de enero de 2007
Es imposible, el capitalismo es el reino de la injusticia, el socialismo
es, como decía Bolívar, claro, Bolívar no hablaba de socialismo porque ese
término aún no se usaba, así como Cristo tampoco habló de socialismo porque ese
término aún no se usaba.
…
Ahora miren, sólo alguna reflexión sobre el poder comunal, decía hace un
rato ¡cuidado!, tengamos cuidado todos de que los Consejos Comunales no se
conviertan sólo en un instrumento para recibir recursos financieros, ¡no!, eso
no es lo más importante, eso es muy importante, pero no es lo más importante,
vamos a demoler en ese espacio los viejos valores capitalistas del
individualismo, del egoísmo, los antivalores más bien, las viejas y malas
mañas, vamos a impulsar allí la solidaridad. La cooperación, bueno, el mandato
de Cristo, hermanos y hermanas, los que somos cristianos como yo: “Amaos los
unos a los otros” (Jn 15,17), allí en la comunidad.
…
Así es que yo les pido conciencia, Yo voy a estar pendiente, porque
donde ustedes den más ejemplo yo estaré más con ustedes, apoyándolos más. Así
dijo mi Señor Cristo, así lo repito: “Cuando ustedes vivan juntos como
hermanos, entonces es cuando yo estaré con ustedes...” (Mt 18,20). Como
hermanos, con amor los unos a los otros, eso se llama hermanos y hermanas,
socialismo, eso es el socialismo. Hagámoslo desde hoy mismo, lleguen a la casa
allá a ver qué les sobra, allá en el cuarto de los corotos a ver si les sobra
algo, vean a ver si ustedes tienen un patio grande por allá donde pudieran
hacer algo.
No, este patio es mío, ¿y qué voy a hacer yo en este patio? Bueno, a lo
mejor yo permito, vamos a hacer allá una casita, un cuarto aunque sea para la
señora Petra, chico, que vive allá debajo del puente. Generosidad,
desprendimiento, eso es ser revolucionario, eso es ser cristiano, eso es ser
bolivariano, si no, es mentira, todo es mentira.
La economía al servicio de la justicia social
Es
de sumo interés la cita de las llamadas tentaciones de Jesús (Lc 4,1-4). El
texto que sigue es de 2001, anterior a la mayoría de los que aquí se traen,
anterior al golpe y paro petrolero. Para Chávez no había duda en su proyecto de
justicia social y en su inspiración cristiana para ello.
10-7-2001
Nunca se me olvida aquella lectura sagrada de cuando Jesús se tocó con
el Diablo, el mismísimo Satanás en el desierto. Y el Satanás quiso tentarlo y
le dijo, y esto debe ser una lección para nosotros hoy y siempre: «Ah, ¿tú eres
hijo de Dios? No te creo. Demuéstramelo pues». Estás en ayunas ¿cuántos días
tenías? Cuarenta. Gracias Monseñor. Cuarenta días en ayuno. Que yo fui
monaguillo. Mi mamá quería que yo fuera sacerdote. Yo fui monaguillo dos años.
Y me hubiese gustado mucho. Yo creo que hubiese sido un sacerdote, al menos
apasionado, como muchos de aquí de Venezuela y del mundo y de América Latina.
Como muchos. La inmensa mayoría de luchadores de la justicia, pues por la
justicia. Ahora, entonces le dice, como sabemos todos, bueno ¿por qué no
transformas esas piedras en pan y comes? Y Jesús le dijo, sabio, eterno, le
dijo: «No, porque está escrito señor, no solo de pan vive el hombre». Nosotros
creemos que solo de pan se vive. Estamos terriblemente equivocados. Ah «que el
intercambio comercial se incrementó entre Venezuela y no se qué otro país» Qué
bien. Mira, y ¿la pobreza? ¿cómo se movió la pobreza este año? ¡Que la
inflación la tenemos ya cerca de un dígito y el déficit fiscal también lo hemos
reducido! Ah y la cantidad de niños que van a la escuela ¿cómo están? Dime.
¿Cómo se han movido tus variables de desnutrición infantil? ¿cómo está la
mortalidad infantil? ¿cómo están los salarios de los trabajadores? ¿cómo está
el poder adquisitivo? Yo creo que esas son las grandes preguntas que hay que
responder. Lo demás son instrumentos, son instrumentos. ¿De qué vale decir que
la inflación la redujimos a cero? ¿de qué vale que digamos que no tenemos
déficit sino superávit fiscal? ¿de qué vale que digamos que hay una estabilidad
cambiaria? ¿de qué vale etcétera, etcétera, la macroeconomía si al final hay
más pobreza y más hambre? No vale de nada. Eso no sirve para nada. No nos
caigamos a mentira, la economía es un instrumento y debe serlo, al servicio de
la justicia social, al servicio del ser humano, si no, no sirve para nada. Si
no, no sirve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario