Las referencias de Chávez a Neruda son abundantes. A su memoria, de contenido bolivariano y popular, dedico esta nueva entrada.
Chávez acude a un par de Odas para expresar la hora jubilosa del pueblo.
Al
respecto hay una anécdota que quisiera compartir con ustedes. Encontrándose en
su lecho de muerte el poeta inmenso, Pablo Neruda, vio allanada su casa con
hienas de la dictadura de Pinochet, que por esos días, por vía de un golpe de
Estado, habían derrocado y asesinado al presidente Salvador Allende. Desde su
cama de enfermo, Neruda les dijo, a los agentes de la dictadura que rebuscaban
entre sus papeles, lo siguiente: “En esta casa hay un arma muy poderosa contra
la que ustedes no van a poder.” Cuando el esbirro le preguntó a qué cosa se
refería, Neruda le contestó: “Los libros, la poesía.” Esa es el arma contra que
ninguna dictadura puede: los libros, la poesía.
Peligrosa
poesía la de Neruda, peligrosamente libre, peligrosamente alegre. En su Oda a la alegría exclama lo siguiente:
Como la tierra
eres necesaria,
como el fuego
sustentas los hogares,
como el pan eres
pura,
como el agua del
río eres sonora,
como una abeja
repartes miel.
…
Desde tu corazón
sube tu aroma
como desde la
tierra
la luz hasta la
cima del cerezo:
en tu piel yo
detengo
tu latido
y huelo la ola
de luz que sube,
cantaba el
gran Neruda a la amada, en su poema Oda a
su aroma. Y es que por estos días he vuelto a sentir subir de nuevo tu
aroma, patria, para oler la ola que conforman tus niños, mujeres y hombres, la
poderosa ola que sube como la luz de este y todos los amaneceres que nos siguen
esperando. Y porque conozco ese aroma, me atrevo a decir con el mayor de los
convencimientos: huele a 2012; el viento del 2012 se está sintiendo, es el
huracán bolivariano en las calles. Por ahora es el 26 de septiembre, pero esto
ya huele a 2012 y a dos mil siempre. Es el pueblo en la calle: es la revolución
ganando nuevo impulso, nueva fuerza, nuevo espíritu, nuevas victorias, nuevos
horizontes. Digo con Neruda:
baila septiembre
baila con los
pies de la patria
canta
septiembre,
canta con la voz
de los pobres.
…
El tiempo es
decidido,
no suena su
campana,
se acrecienta,
camina,
por dentro de
nosotros,
aparece
como un agua
profunda
en la mirada,
…cantaba
nuestro Pablo Neruda. Este tiempo venezolano, que entre todos los que amamos
esta patria estamos construyendo, se ha decidido, sí, a retribuir nuestros
esfuerzos y sacrificios para brindarnos buenas nuevas que no son consecuencia
de la simple casualidad. Este año nuevo, compatriota, es tuyo. Ha nacido de ti
más que del tiempo, escoge lo mejor de ti y entrégalo al combate. He querido recordar
estos versos de Pablo Neruda porque lo que nos espera en este año es combate y
más combate: contra la corrupción, contra la burocracia parasitaria, contra la
inseguridad, contra el derroche de todo tipo, contra los malos hábitos
inoculados desde hace tanto tiempo por el capitalismo. Y, con una sonrisa, digo
ahora con el gran Pablo Neruda: “Confieso que he vivido”. ¡De verdad, he
vivido! Patria socialista o muerte. ¡Venceremos!
La
memoria del Canto General y, en
particular de Bolívar, es más apasionada aún, expandiéndose a toda nuestra
América.
Tienen
razón ustedes, Bolívar vive, Neruda lo anunciaba en el Canto general, ¡viva Chile! (aplausos).
Despierto cada
100 años
cuando despierta
el pueblo
dijo
Bolívar a través de Neruda.
….
Neruda
ciertamente tenía razón, cuando hablando de Bolívar dijo en aquel canto, que
…lo conocí una
mañana en Madrid,
en la boca del
Quinto Regimiento.
y al final
termina diciendo:
Sí, soy yo,
pero despierto
cada cien años
cuando
despiertan los pueblos.
En
Venezuela ha despertado Bolívar y Bolívar es el pueblo que lleva su bandera, su
inspiración y su lucha. Bolívar se hizo pueblo. Hombres como Bolívar no mueren,
dejaron su idea, su semilla en nosotros y viven en nosotros, en cada día, en
cada lucha, en cada derrota, en cada victoria, en cada frustración, en cada
lágrima, en cada sueño.
…
Bolívar,
Bolívar, Bolívar…, todo nos recuerda y remite a nuestro Comandante Infinito.
Para decirlo con Neruda:
Padre nuestro
que estás en la tierra,
en el agua, en
el aire
de toda nuestra
extensa latitud silenciosa,
todo lleva tu
nombre, padre, en nuestra morada
(…)
tu herencia es
el pan nuestro de cada día.
…
Y aún más,
su inconmensurable figura en nosotros, porque cuando recién comienzo la
escritura de estas líneas, celebramos el cumpleaños del Bolívar que eres tú,
que es ella, que somos nosotros: un nosotros colectivo —una unidad
cívico-militar— librando una nueva gesta emancipadora: no otra cosa es la
Revolución Bolivariana.
Antes de la
peluca y la casaca
fueron los ríos,
ríos arteriales,
nos
recuerda Neruda en su Canto general,
en su Amor América: son los ríos arteriales que hoy han vuelto convertidos en
pueblos, como lo fue ese desborde de pasión y vida, mucha vida, que llenó el
martes 13 la avenida Bolívar de Caracas en conmemoración del rescate de la
Revolución Bolivariana aquel glorioso 13 de abril de 2002. Río vida, río sueño,
río dignidad, río patria el que aquella vez barrió, quebró los diques que la
tiranía fascista y la canalla mediática, siguiendo las órdenes que sus amos del
Norte quisieron imponerle para domeñarlo eternamente.
…
Sucede que soy y
que sigo (…)
Déjenme solo con
el día.
Pido permiso
para nacer,
…cantaba
el gran Neruda. Esta revolución no pidió permiso a nadie para nacer: el permiso
se lo impuso un pueblo consciente que, desde hace once años, es dueño y señor
de su destino. Vuelvo otra vez a Neruda:
Ahora como
siempre
es temprano
vuela la luz con
sus abejas.
Por
supuesto que para nosotros nunca será tarde, siempre es temprano, acostumbrados
como estamos a vivir de amanecer en amanecer: esta es y será siempre nuestra
principal defensa y la más contundente de nuestras ofensivas. En este sentido,
se equivocan y se seguirán estrellando contra nosotros, los acostumbrados a
vivir de horas postreras en horas postreras. Ellos, por sus perversos
propósitos, no tienen otras armas y métodos que aquellos de la guerra sucia,
conscientes como están de no tener la razón y, por supuesto, convencidos de su
cada vez más escaso poder de convocatoria.
…
Alta es la noche
y Morazán vigila.
Invasores
llenaron tu morada.
Y te partieron
como fruta muerta,
y otros sellaron
sobre tus espaldas
los dientes de
una estirpe sanguinaria,
y otros te
saquearon en los puertos
cargando sangre
sobre tus dolores.
Es hoy, ayer,
mañana. Tú lo sabes.
Hermanos,
amanece.
(Y Morazán
vigila)
Amanece,
sí, pero hoy domingo 28 de junio es el día de la gran consulta al soberano
hondureño. Como cantaba Pablo Neruda en su poema “Morazán”, de su Canto
General, es la hora de la vigilia de todos los pueblos de nuestra América y del
mundo, la hora de la vigilia junto a Morazán, para que las hondureñas y los
hondureños se den la gloriosa libertad que siempre se han merecido: que sean
ellos y solo ellos quienes decidan su destino. Llega el ALBA, Sí… ¡¡Y Morazán
vigila!! ¡Venceremos!
…
Finalmente, recojo los poemas en
ocasión de la Memoria de las madres o en la Defensa de los derechos de los
niños, con los que Chávez acude a Neruda.
…en su Canto a las madres de los milicianos muertos,
escrito en pleno torbellino de la Guerra Civil Española (1936-1939):
Porque de tantos
cuerpos una vida
invisible se
levanta. ¡Madres, banderas, hijos!
Un solo cuerpo
vivo como la vida:
un rostro de
ojos rotos vigila a las tinieblas
con una espada
llena de esperanzas terrestres.
Sigan
ustedes, madres venezolanas, junto a todo el pueblo, empuñando esa espada llena
de esperanzas terrestres: sigan dándole el más grande ejemplo de dignidad al
mundo.
…
Volando
hacemos un llamado a todos los venezolanos y a todas las venezolanas a que
defiendan los derechos de nuestros niños, tomando como inspiración la poesía
libertaria de Pablo Neruda, el pensamiento libertario de Simón Bolívar,
derechos de nuestros niños y de nuestras niñas, consagrados en la Declaración
Universal de los Derechos del Niño, en nuestra Constitución nacional, en la Ley
de Educación y en la Ley Orgánica de Protección al Niño y al Adolescente. La
diatriba política es una cosa, pero nuestros infantes son nuestra razón,
nuestra razón de ser, de vivir.