En medio de lobos: Fortaleza de espíritu y ternura de corazón
De
la mano de Martin Luther King y sus luchas por la liberación de los negros,
relee un breve texto bíblico ajustado a la realidad de los tiempos posteriores
al Golpe de estado y paro petrolero. Candidez y astucia; mejor: fortaleza de
espíritu y ternura del corazón.
5
de enero de 2003
Lo dijo Cristo: A Dios lo que es de Dios y al pueblo lo que es del
pueblo (aplausos). Aquella es la lección de Cristo: A Dios lo que es de Dios,
al César lo que es del César (Mc 12,17), y al pueblo lo que es del pueblo. Los
golpistas quieren detener el esfuerzo en función de la educación de los niños y
de los jóvenes. ¿Cómo? Ahora tratan de desbancar el fisco nacional para que no
haya dinero, para que no haya dinero ni para pagarles sueldos a los maestros, y
mucho menos para impulsar las escuelas bolivarianas, para impulsar las escuelas
técnicas, para impulsar el Proyecto Simoncito, que está comenzando apenas; eso
es lo que ellos quieren.
…
Tengan la seguridad de que esta batalla histórica signará una victoria
más para nuestro pueblo. Tengamos todos la seguridad de que las aulas, que los
recreos, que los pasillos de nuestros colegios, que los jardines de nuestros infantes
seguirán siendo la cuna de los sueños, de los cantos y de las alegrías del
futuro de Venezuela, que son nuestros niños y nuestras niñas. Este mensaje,
desde la fortaleza de mi espíritu, como dice Cristo: “Vayan pues, como ovejas
entre lobos, pero vayan; además de tener la candorosa hermosura de las palomas,
llévense y sean astutos como la serpiente.” (Mt 10, 16). Aquí estamos,
defenderemos a nuestros niños y a nuestras niñas con la batalla más grande que
haya que dar; pero, por ellos, lograremos la victoria, por su futuro, por su
educación, integral y bonita, como manda la sagrada Constitución Bolivariana
(aplausos).
13-04-2004
Me han regalado este libro —y me despido—, gran biografía, gran
luchador, aquel que dijo: I have a dream —tengo un sueño—, Martin Luther King,
mártir de nosotros los negros, mártir de nosotros los que luchamos, blancos, o
negros, o amarillos, o rojos, por la dignidad de los pueblos, por la igualdad,
por la paz, por la justicia. En algunas de sus páginas estuve leyendo lo siguiente.
Hablaba Martin Luther King de Jesús, el rey de los pueblos, el señor de
Venezuela; Jesús, mi Comandante; Jesús, el de Belén; Jesús, el de Nazaret;
Jesús, el de la Cruz; Jesús, el resucitado; Jesús, el Redentor. Martin Luther
King era un cristiano. Cada día amamos más a Cristo, y cada día, déjenme
decirles, yo entiendo más a Cristo, su pasión, su amor; cada día soy más
cristiano y alabo a mi señor, a mi Comandante en Jefe. Voy a leer esto y me
despido: “Jesús sabía que sus discípulos” —oigan bien, porque es la palabra de
Jesús, para nosotros sus discípulos, es una orden que viene desde hace casi
2.000 años, para nosotros, discípulos de Cristo, que luchamos por él, por sus
ideas, por sus sueños—, ”se enfrentarían a un mundo difícil y hostil, donde toparían
con los recalcitrantes funcionarios políticos y la intransigencia de los
protectores del viejo orden; Jesús sabía que encontrarían hombres fríos y
arrogantes, con los corazones endurecidos por el largo invierno del
tradicionalismo. Así, sabiendo aquello, les dijo: ‘Mirad, yo os envío como
ovejas en medio de lobos’, y les dio una fórmula de acción.” Oído al tambor:
“Ovejas en medio de lobos”, y la fórmula de Cristo para nosotros, les dijo:
“Sed, pues, astutos como las serpientes, pero candorosos como las palomas” (Mt
10, 16).
Es muy difícil imaginar una persona que tuviera, simultáneamente, las
características de la serpiente y de la paloma. Pues es esto lo que Jesús
espera, que tengamos las características de la serpiente y de la paloma al
mismo tiempo.
“Hemos de combinar la dureza de la serpiente con la pacífica dulzura de
la paloma: Fuertes de espíritu, pero tiernos de corazón. Si se tienen
cualidades de serpiente y nos faltan las cualidades de la paloma, seremos
fríos, malvados y egoístas; si tenemos las cualidades de la paloma sin las de
la serpiente, seremos sentimentales, anémicos y abúlicos. Hemos de combinar, pues, las dos.” Y
terminaba Martin Luther King: “Nosotros, como negros, hemos de unir la
fortaleza del espíritu y la ternura del corazón, si queremos avanzar
positivamente hacia la meta de la libertad y la justicia.” Y yo digo hoy,
parafraseando al gran mártir: Nosotros, venezolanos; nosotros, bolivarianos;
nosotros, revolucionarios, si queremos patria para nuestros hijos, hemos de
unir la fortaleza del espíritu y la ternura del corazón.
Otros textos
Supo
también leer otros textos desde distintas coyunturas particulares, como éste de
2002 sobre el poner la otra mejilla (Mt 5, 39-40):
11-04-2002
Porque le he pedido mucho a Dios, y estoy seguro de que aquí, con la
prudencia, con la tolerancia, a pesar de las provocaciones, incluso le he dicho
a la gente: “Ok, pongámonos como Cristo, te dan por aquí, pon la otra mejilla
para que te vuelvan a dar”. Y ustedes han visto, incluso han criticado algunos
canales, yo lo he visto en estos días: la Guardia Nacional, por ejemplo, en
algunos sitios donde ha tenido que ir a separar un grupo y otro, entonces de
repente alguien le pregunta de una televisora: Efectivo, guardia o policía, y
¿usted, por qué no detiene a este hombre? No, prefiero quitarle lo que carga o
llamarlo a la reflexión.
A
Dios lo que es de Dios… lo empleó varias veces con diversos sentidos. Aquí
hacía referencia al hablar claro y sin embozos, haciendo justicia a los hechos
y desenmascarando a la jerarquía católica.
13-04-2004
A veces llego a creer que algunos miembros de la oligarquía venezolana
están poseídos por el demonio, incluso algunos obispos también tienen el
demonio por dentro; yo siempre me tengo que referir a este tema y no puedo evitarlo
porque a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Qué falta le
hace a la Iglesia católica venezolana un monseñor Arnulfo Romero por ejemplo,
que salga a decir la verdad, de lo que debe ser la verdadera misión de la
iglesia de Cristo.
Interpreta
cierto “milenarismo” de base popular no como un destino ya marcado sino como
una posibilidad en caso de no ir por los caminos de la justicia; y fustiga con
las palabras de Jesús a los dirigentes opositores.
12
de febrero de 2009
La Mamá Rosa nos hablaba del “dos mil y más”, como una era futura en la
que la humanidad tomaría definitivamente el camino señalado por Cristo de vivir
entre iguales y como hermanos, o por el contrario “se acabaría el mundo”.
Cristo expulsó a los mercaderes del templo (Jn 2, 15-16) y desnudó con
su palabra santa a los fariseos hipócritas “que limpian su copa por fuera
escondiendo el sucio que tienen por dentro” (Lc 11,39). Tal cual ha ocurrido,
una vez más, con estos llamados dirigentes de la oposición venezolana en el condenable
hecho reciente de la profanación a la Sinagoga. ¡¡Fariseos hipócritas!!
Las
mismas palabras utiliza en Ginebra para cuestionar las políticas mundiales
frente a la pobreza y el llamado desarrollo.
9-10-2001
Como Cristo le dijo a los fariseos: “Fariseos hipócritas que quieren
limpiar la copa por fuera pero por dentro no quieren ni mirar el sucio que
tiene” (Lc 11,39). A veces hay un poco de fariseísmo en el manejo de este tema
y se queda en discursos y declaraciones pero en muy ocas acciones concretas….
La
sensibilidad hacia los niños y sus derechos la expresó con este texto del
evangelio:
29-01-12
Tú sabes que los niños son lo más grande que puede haber entre cielo y
tierra, los niños ¿Cómo fue que dijo Cristo? “Dejad que los niños vengan a mí...”
(Mc 10,14). Por algo lo dijo Cristo, ¿verdad? Y yo siempre he dicho que el que
quiera ver a Dios, véale los ojos a los niños, ahí está Dios, mira, ¿ves? La
pureza más grande, la inocencia más grande, el amor más grande... [aplausos]
Cuando yo tenía 7 años [risa], cuando yo tenía 8 años, me la pasaba
vendiendo arañas en las calles y era monaguillo, mamá quería que yo fuera cura.
Mamá, ¿por qué tú querías que yo fuera cura? ¿Ah? Mamá quería que yo fuera
cura, yo hubiera sido un buen cura, revolucionario eso sí, porque Cristo era un
revolucionario, Cristo era un revolucionario, y por eso —mire— lo crucificaron,
dio su sangre, su vida por nosotros.
Esta
entrega final de Cristo la evocó varias veces. Una de ellas hacía referencia al
trágico final de Sucre y Bolívar, como Cristo en la cruz. Y se refería también
a los líderes genuinos, dispuestos al sacrificio.
17-01-2007
Bolívar murió en 1830, menos aquí en América meridional se usaba ese
término ¿no? Pero no se trata sólo del nombre, se trata del concepto y las
categorías que lo van definiendo.
Pero Bolívar seguía escribiendo, pensando, diseñando y le escribe a
Sucre…: “Señor general Sucre: en cuanto a mí, pienso que la gloria es mil veces
preferible a la felicidad”. Ya en esta frase uno respira una melancolía, una
aceptación de un destino, como Cristo en la cruz: todo está consumado.
…
Es decir, uno debe poner su interés particular de último. Si ustedes
quieren ser líderes del poder popular, ¡vamos a dar el ejemplo!, el ejemplo de
desprendimiento, de esfuerzo, de dedicación al estudio, al trabajo.
Desprenderse, para ustedes no habrá sábado ni domingo, ni Semana Santa, ni
Carnaval, ni nada. El líder debe ser capaz como Cristo de ir a la cruz, es
decir, el sacrificio y no un día: todos los días de la vida. Se trata de la
Patria que estamos construyendo, del esfuerzo supremo que debemos hacer. Así es
que yo les pido conciencia.
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